jueves, 14 de mayo de 2009

Mi lucha

Pues bien, creo que al final de este trayecto mi posición frente al hecho religioso no ha cambiado en nada desde que comenzamos esta jornada. En lo personal me fastidia y hasta me llega a molestar tanto el hecho religioso como la fe. Y es que en verdad no entiendo porque los seres humanos necesitan creer en algo más que en sí mismos. Para mí este simple hecho es el que ha llevado a la humanidad a crear instituciones y formas de control. Quizá hay algunos que se sientan un tanto aparte del sistema pero en realidad siempre terminan formando parte de el de una u otra forma.
Es aquí donde quiero hacer un paréntesis y aclarar que todo lo que aquí expreso es una opinión muy personal y que respeto en todo sentido a las personas que profesan cualquier tipo de credo.

Para mí las religiones son, en palabras de Marx, el opio del pueblo, la razón por la cual el ser humano no ha despertado. Como vamos a crecer como especie si no somos autosuficientes del todo. Si seguimos buscando respuestas en el exterior, en el más allá, cobijados bajo el auxilio del “padre”. De nuevo, con todo respeto para los creyentes, pero las religiones son un insulto para el intelecto y es que en verdad no puedo entender como alguien puede creer en un cuento como ese, cuando lo más cercano a él son los tres cochinitos.

Para mí lo simple y primario en esto es tener fe en algo como una religión o un dios o un Cristo o un mensajero o llámenle como quieran. Yo abogo por la razón y el intelecto, por el hombre y su interminable insubordinación a lo pre-establecido. No estoy hablando de una anarquía sin sentido, hablo de extender los límites del hombre; limites ideológicos, físicos, sentimentales.

Mi lucha pues, es por el escepticismo y por el constante replanteamiento de nuestros esquemas mentales. Así de simple, pero muy muy lejos de lo primario.

Flaca de mi amor!!

Cuenta un viejo refrán que lo único seguro en esta vida es la muerte. Y hay quien como Bataille, afirma que la muerte es la comprobación de la vida. Sin ella la vida no podría existir, es ese siclo interminable que devuelve la energía a su origen, un proceso que desemboca de nuevo en la vida misma.

La aproximación que se tenga a la muerte definitivamente es educacional y por ende; 100% cultural. Para nosotros como mexicanos nos es muy fácil esta aproximación, ya que desde pequeños nos acercamos a la idea de la muerte mediante juegos, historias, juguetes y hasta en forma de comida. No obstante no perdemos el temor y el respeto hacia ella, pero si bien existe una idea contemporánea sobre la muerte en México, esta proviene desde la época prehispánica donde a mi parecer, se tenía una visión mucho más avanzada sobre el tema. No solo se le veneraba sino que también se entendía como lo que es: un proceso. Muy diferente de la idea cristiana occidental donde la muerte se estanca. Mueres y vas destinado a “otra vida” pero ahí te quedas, no sigue el siclo normal del universo. Hay que recordar que la materia no se crea ni se destruye solo se transforma. De nuevo la idea de proceso.

Si he abundado en esto es porque quiero diferenciar la idea cristiana con la mesoamericana e inclusive la oriental. Desde mi punto de vista, la iglesia romana se vuelve a quedar corta, al no poder imaginar un siclo interminable, al cortar la existencia en solo dos vidas. Esto obviamente desemboca en una insubordinación de la sociedad hacia su religión. No porque el culto a la santa muerte prometa varias vidas, sino al no dar cabida a más posibilidades de existencia. Existencia espiritual, mental, carnal, ideológica, etc. En este sentido, el culto a la santa muerte se nos presenta como una herramienta que nos libera del corsee cristiano-católico.

Yo no me declaro a favor o en contra de este culto, pero creo que por lo menos es un paso más a la pluralidad y de pasada nos aproxima de una forma ambigua a nuestros orígenes reales. Donde un ser humano podía en vida caminar por la calzada de los muertos y sentirse identificado con su propia cultura; única e invaluable.

Pd: de paso les dejo el link (porque ya no supe como poner el video en la pantalla principal)de una animación que muestra de una forma muy folklórica la aproximación del mexicano hacia la muerte.

http://www.youtube.com/watch?v=eW6hVfafF6c

jueves, 7 de mayo de 2009

Tu Jesus personal

Ya en un cercamiento más personal (y un tanto más serio) creo que este tipo de devociones responden a la idealización de lo sagrado. Al no verse incluidos dentro de la institución, las personas buscan un recoveco en donde ser escuchados, atendidos, ayudados. Esto no es algo nuevo, tal como Dave Gahan escribía en su Personal Jesus a finales de los 80´s:


Your own personal jesus

Someone to hear your prayers

Someone who cares


Feeling unknown
And youre all alone
Flesh and bone
By the telephone
Lift up the receiver
Ill make you a believer


La institucionalización de la fe católica ha orillado a la población marginal a encontrar su propio camino hacia ella misma. No nos debe parecer extraño los diferentes tipos de acercamiento y algunas veces hasta de revancha hacia ella, ¿como seguir algo tan rígido e inhumano como la institución? Y es que las instituciones en general solo buscan la automatización del hombre para bien propio. Claro que resulta lógico pensar que el hombre al ser tan inestable y revolucionario, no quepa en los esquemas impuestos por una o varias instituciones.

Devocion Marginal

Las devociones marginales son lo que las novelas del canal 4 son pa´ las doñitas, lo que el reggeton es pa´ los cholos, lo que el mezcalito es pal´ borracho de esquina, lo que la Univer es pa´ los que no quieres estudiar. Es decir; una herramienta de inclusión.


Si bien se caracterizan por estar alejadas de institucionalidad, es ahí donde radica su principal característica y su enorme popularidad. Atendiendo, procesando y divirtiendo a las masas, gestionando aquel acercamiento a lo divino para quienes no lo pueden hacer “legalmente”. Y es que estas devociones cumplen el papel de coyotes espirituales, claro que no es de sorprenderse que sean tan populares en México cuando vivimos en una sociedad habituada a la tracala y la mordida.


Espero que no se confundan porque estas son tan necesarias como las otras. En cualquier modelo de sistemas es necesario un tanto de desorden. Estas devociones cumplen una parte muy importante al complejizar el sistema religioso en el vivimos. ¿Como podríamos encasillar en una sola lectura algo tan complejo? Seria ridículo suponer que por el simple hecho de prostituirse o drogarse deberíamos de olvidarnos de lo espiritual. ¿ o no?

lunes, 20 de abril de 2009

La nueva Institucion de la era

Al ser tan extensa y ambigua, ella New Age no puede ser abordado a través de una concepción monocromática. Es decir, no podemos generar un juicio en blanco o negro, bueno o malo, fuerte o débil. Si bien el tema es un tanto escurridizo de una textura fangosa, me parece que el New Age presenta lo que todas las religiones presentaron en sus comienzos, para mi su punto mas débil es el carecer de un carácter institucional, no porque no pueda serlo (lo mas seguro es que una ves expandido y dominado por supuesto que cualquier vertiente New Age puede llegar a serlo) sino que aun no le alcanza la vida para llegar a ese punto.

Somos educados desde muy jóvenes a creer en “La Institución” y nos pasamos la vida soportando, estudiando, rezando y trabajando para ella. La Institución es una y poderosa y nos tiene viviendo para ella. Así que si cualquier vertiente New Age quiere llegar algún lado, deberán trabajar como cualquier otra; acumulando riqueza. Y es aquí donde le veo varias oportunidades, ya que como cualquier otra religión, trabajan a partir de las inseguridades y los miedos de las personas.

Pero no importa, al fin de cuentas siempre será mejor un jabón de lavanda grabado con la virgencita “morena” empaquetado a la luz de la luna llena y bendecido por el cura de su predilección, que la lucidez, la razón y la conciencia.

¿New Age?

El término nueva era se refiere a la Era de Acuario y nace de la creencia astrológica de que el Sol pasa un período de tiempo (era) por cada uno de los signos del zodíaco. No hay un acuerdo acerca de la duración de cada era, aunque según algunos astrólogos, el cambio sería alrededor del siglo XXVII y para otros ocurrió exactamente el 4 de febrero de 1962. En este caso el sol saldría de Piscis para entrar en Acuario. Para las personas que creen que la astrología tiene una base real, el arribo de cada una de estas eras está marcado por cambios sociopolíticos importantes.

Según esta creencia, la Era de Acuario marcaría un cambio en la conciencia del ser humano, que ya estaría empezando a notarse y que llevaría asociado un tiempo de prosperidad, paz y abundancia. Es por esta razón que una variedad de corrientes filosóficas y espirituales más nuevas o más antiguas relacionadas con estas ideas, son asociadas a la Nueva Era. Esto a menudo lleva a un confuso sistema de creencias no unificado, un agregado de creencias y de prácticas (sincretismo), a veces mutuamente contradictorias. Las ideas reformuladas por sus partidarios suelen relacionarse con la exploración espiritual, la medicina holística y el misticismo. También se incluyen perspectivas generales en historia, religión, espiritualidad, medicina, estilos de vida y música.

Algunas de estas creencias son reinterpretaciones de mitos y religiones previos, aunque sin ser consistentes con ninguna de ellas; habiendo así individuos que emplean una aproximación de "hágalo-usted-mismo", otros grupos con sistemas de creencias establecidas que recopilan religiones, y aun otros sistemas de creencias fijos, como los clubs u organizaciones fraternales. Por ejemplo, pueden compatibilizar el dogma cristiano de la divinidad de Jesucristo con el karma como mecanismo de justicia, y a la vez negar por desagradable la existencia del infierno. Es frecuente que los conjuntos de creencias así adoptados rechacen los aspectos más negativos de las mitologías o religiones en que se basan, adoptando los más agradables.

Algunos individuos cuyas creencias pueden ser catalogadas como de Nueva Era (incluyendo a los neopaganos) pueden sentir que la etiqueta es inapropiada debido a que puede ligarlos con otros credos y prácticas. Debido a la variedad de creencias a la carta, cualquier categoría coherente puede parecer restrictiva o incompleta; una definición de Nueva Era podría ser: no perteneciente a ninguna religión tradicional.

jueves, 16 de abril de 2009

Tiempo de..

El ser que soy, que espera seguir siendo, y cuyo sentido mismo es,

Mas que ser, el de esperar ser. Como si yo no fuera l a presencia que soy,

Sino el porvenir que espero y que no obstante no soy.

G. Bataille.


Quisiera comenzar aclarando mi postura sobre la trascendencia. La trascendencia para mi no es mas que romanticismo que nos sirve de esperanza para aguantar el mañana. Siendo un poco más crudos; la trascendencia no es más que un muy bonito vestido con el cual nos adornamos, pero lo que hay debajo del vestido es aun más fuerte y más real, tan tangible y violento como la piel: es la trasgresión.


Tal como lo dice Boff, somos seres de protesta, y esa necesidad no proviene de las ansias de trascendencia sino de la pasión por violentar y transgredir ese estado estacionario plano al que la cultura moderna nos ha orillado. La transgresión levanta la prohibición sin suprimirla. Y es ahí donde se esconde el impulso motor de la vida y es ahí donde se encuentra también el impulso motor de las religiones. No es más que la profunda complicidad que existe entre la ley y su violación.


Toda prohibición es patológica, proviene de la neurosis, es por eso que el rechazo a la prohibición es necesario para la claridad del mundo de la actividad, del mundo del objetivo. Sin lo prohibido el hombre no habría podido alcanzar una conciencia clara. La prohibición elimina nuestros movimientos de violencia destruyendo el ordenamiento sin el cual seria inconcebible la conciencia humana. Si observamos la prohibición, si estamos sometidos a ella. Dejamos de tener conciencia de ella misma. Pero experimentamos en el momento de la trasgresión, la angustia sin la cual no existiría lo prohibido: es la experiencia del pecado.


Así pues yo no creo en la trascendencia. Yo creo en la vida. Y es esto coincido cien por ciento con Boff: “no hay antropología; lo que hay es antropogénesis.” Para mi la vida es toda ella inestabilidad y desequilibrio. Solo sigue adelante con una condición: que los seres que ella engendro sedan su lugar a nuevos seres. Al final la muerte estará ahí; la habrá traído la multiplicación, la sobreabundancia de la vida. Hay que encara la realidad; la muerte es una verdad mas eminente que la vida. De ahí proviene el miedo a solo ser. A solo estar. De ahí la necesidad de imaginar la trascendencia como una forma de avance, aun cuando ni siquiera sepamos a donde ir.


Pues bien, creo que Boff y Yo no estamos tan distantes en nuestra forma de entender nuestra realidad, al final del día solo se trata de transformar, de transgredir, de traspasar, de trascender. Solo que en lo personal yo le añadiría un poco mas de sabor con ese toque humano-viseral que la violencia nos da. Violencia no como agresión, sino como movimiento desestabilizador. Quizá aquí radique la diferencia entre trascender y transgredir, en el estado de acción que conlleva ambas.


Aun con estas diferencias (que no son tan opuestas) concluyo en el mismo punto, el ser humano continuamente lucha por no dejarse encuadrar por nadie y el placer que recibe por ello es solo comparable con el del erotismo. Quizá el único momento en que de verdad perdemos nuestra discontinuidad y nos abrimos hacia el otro generando una unidad. ¿Y no es acaso esto lo que nos prometen como fin ultimo todas las religiones?

El fundirnos con el todo.